Cuando se habla de la Selección, tarde o temprano, todos los caminos conducen a él. Y en la cancha, lamentablemente, también. La famosa Messidependencia continúa. Las aspiraciones de Argentina se reducían a lo que podía salir de su zurda. Otra vez, el genio dio la talla en un partido importante, pero la falta de puntería -propia, pero sobre todo de sus compañeros- hicieron que la foto sea la suya tomándose la cara, incrédulo, frustrado una vez más.
Seems so easy to criticise Messi when Argentina fail. Barça also. My theory is people don't watch him. For those people, here's Leo vs Peru: pic.twitter.com/gynTA7ihwe
— Ben Hayward (@bghayward) October 6, 2017
Pero hay que reconocerlo: tampoco es que fue un gran partido de Messi. Dio la talla porque es uno de los futbolistas más grandes de la historia y en varias apariciones pudo ser clave para abrir el marcador. Se jugó en medio de una tensión pocas veces vista, y Lionel tampoco pudo abstraerse. El periodismo, parte de la gente y hasta sus propios compañeros esperan su genialidad, y él se creyó que era así, que debía salvarnos a todos. Por eso en varias oportunidades intentó la heroica imposible cuando la jugada pedía otra cosa. Por eso perdió varios duelos. Pero aún así, en ese momento de total desconcierto, pases fáciles errados y jugadores petrificados, Messi fue junto a Javier Mascherano el único que se rebeló y la pidió siempre.
FOTO: Olé